domingo, 20 de abril de 2014

7.La familia egipcia


Aunque la sociedad era muy tolerante, la familia compuesta por una pareja con sus hijos se consideraba el modelo ideal.

Tocado de una dama

  • La mujer: mantenía su nombre, una cierta independencia e incluso su trabajo: había comadronas, tejedoras, intendentes, o bien colaboraban con el negocio de su marido. Adquirían rango al casarse: nbt prsignifica administradora del patrimonio, y en la casa eran las que organizaban todo. Solían prestar mucha atención a su aspecto, mimando especialmente el peinado y maquillaje. En las pinturas que nos han llegado, mientras la piel de los varones se representa morena, la de las mujeres de clase alta es de tono más pálido. Ello servía para indicar su alto status y para indicar tanto que permanecían resguardadas del sol en la casa, como que podían pagarse los cosméticos. Otras versiones (discutibles) indican que era un símbolo de pureza, belleza y de inactividad con respecto a los hombres, a los que se les representaba siempre con un tono más oscuro de piel.
  • Matrimonio: comenzaba por lo general cuando la pareja se iba a vivir junta, ellas entre 12 y 14 años, ellos sobre los 16, sin ningún tipo de sanción oficial, salvo la firma de un contrato privado en el que se detallaban los bienes de cada uno: la boda se celebraba en familia porque era un asunto privado. La monogamia o la poligamia eran una cuestión práctica, sin trascendencia jurídica o moral: al tener la esposa e hijos derecho aparte del patrimonio del marido, esta cuestión influía en la decisión de tener o no una segunda esposa, o que ésta fuese una esclava.
  • Divorcio: era también cuestión privada, podía ser solicitado por cualquiera de los cónyuges, por motivos tan amplios como el adulterio, la esterilidad e incluso la fealdad de la esposa. Si previamente se habían delimitado los bienes de los dos cónyuges en el contrato privado realizado por un escriba, ella podía recuperar los suyos, y si no poseía nada, siempre podía volver con sus padres.
  • Sexo: había una gran libertad, como se refleja en numerosos escritos y en la moda: las mujeres (a excepción de las reales, que se tapaban para no tomar el sol), al igual que los hombres iban con el torso desnudo en la primera época aunque había empleos en que iban desnudos: carniceros, marineros, sirvientas, etc. Las relaciones no estaban controladas, el incesto era habitual en la familia real y ni siquiera el adulterio de la mujer estaba penado, en el peor de los casos le costaba un divorcio, aunque en algunos papiros se relatan casos de pedradas ante el adulterio de la mujer. El único tabú era el considerar la menstruación impura, al extremo de dispensar a ciertos trabajadores de acudir a su puesto durante los días en que la tenía su esposa.
  • Hijos: eran deseados, aunque debido a la alta tasa de mortalidad de las mujeres en el parto, se usaban anticonceptivos para evitar embarazos seguidos. Los niños eran mimados y educados sin distinción de sexo y muchos aprendían a leer y escribir. Los hijos de familias nobles asistían a la escuela de la Casa Jeneret, la casa de la reina.

7.1 Moda


Al principio usaban el algodón, aunque más tarde se impuso el lino por la creencia de que era más puro. Había cuatro tipos: Lino real, tela útil fina, tela sutil y tela lisa. El color preferido era el blanco, aunque llevaba algunos dibujos en los bordes. Los hombres vestían una falda corta, sujeta a la cintura por dos extremos cruzados, llamada schenti.

Las mujeres de clase alta llevaban un vestido largo y ceñido, llamado kalasiri, de una pieza y sujeto con dos tirantes que les cubrían los senos. También llevaban una especie de capa corta cubriendo los hombros, para evitar el sol.

En la última época o período nuevo, la vestimenta cambió ostensiblemente, en particular para las mujeres, debido al concepto de impudicia femenina que se introdujo a través de las dinastías ptolemaicas (de origen griego). Ello produjo como consecuencia, que las mujeres fuesen progresivamente tapando sus cuerpos. Los obreros iban desnudos o con un taparrabos, y las mujeres trabajadoras llevaban ropas amplias, aunque algunas iban desnudas también.

También es digno de mención que la realeza y los escribas reales iban siempre depilados en todo el cuerpo (tanto hombres como mujeres), pues el pelo y el vello corporal (incluyendo las cejas), dicen algunos autores que les alejaba de la divinidad, pues era el símbolo de la materia o materialización. Aun así, se encuentran casos como el del escriba real Imhotep, que han aparecido representados con bigote o con pequeñas barbas.


7.2 Alimentación

Heródoto nos dice que los obreros comían cebollas y ajos, pero es seguro que también tomarían pan y cerveza, ya que se les pagaba en trigo y cebada.

Por las pinturas y las ofrendas se sabe que les gustaban las aves, el pescado, y las frutas, ya que aparecen en las pinturas en la mesa del Faraón. En las tumbas se han encontrado aves y pescados en salazón y carne de buey momificada. Según algunos manuscritos (que están incompletos) el arroz se consideraba comida exclusiva de faraones, y la carne que pudiesen comer sólo provenía de sacrificios, o como ofrendas de diplomacia a las representaciones de otros países que venían a hacer diferentes tratos comerciales y de toda índole. Aunque consta el uso de dátiles para la alimentación, la cocina egipcia no se limita a ello, ni al orden occidental típico de primer plato, segundo plato y postre. En varias tumbas egipcias se han encontrado ánforas de miel (todavía comestible a pesar de tener más de cinco mil años de edad), y varios huesos de frutas como dátiles, cítricos (posiblemente importados) y otros.



7.3 Enseñanza

  • Casa de la Vida

Papiro Ebers

Casa de Vida (en egipcio: Per Anj) era el nombre dado a la institución existente en el Antiguo Egipto dedicada a la enseñanza en su nivel más avanzado, funcionando igualmente como biblioteca, archivo y taller de copia de manuscritos. Las Casas de Vida eran accesibles sólo a los escribas y a los sacerdotes. No se conocen muchos pormenores sobre esta institución, pero se sabe que surgió en la época del Imperio Antiguo. Tendía a ser sede del palacio real, pero funcionaba en una parte del templo o en un edificio situado dentro del área a éste dedicada. Probablemente cada ciudad de dimensión media tendría su Casa de Vida, conociéndose la presencia de estas instituciones en localidades como Amarna, Edfu, Menfis, Bubastis yAbidos.

En Amarna la Casa de Vida estaba formada por dos salas principales y sus anexos, uno de ellos era la casa del director de la institución. Entre las enseñanzas impartidas se encontraban las de medicina, astronomía,matemática, doctrina religiosa y lenguas extranjeras. El conocimiento de estas últimas se hizo importante durante el Imperio Nuevo debido al cosmopolitismo de la era, marcada por el dominio de Egipto sobre una vasta área que iba de Nubia hasta al río Éufrates.

Los escribas que trabajaban en las Casas de Vida tomaban títulos como "Servidores de Ra" o "Seguidores de Ra". Ra era el dios solar egipcio, aquel que daba la vida; así, el título estaba asociado a la idea de que los escribas serían ellos mismos transmisores de vida. Las Casas de Vida se encontraban también asociadas a Osiris, dios del renacimiento. Se creía que el acto de copiar textos ayudaría al dios a renacer todos los años en su festival.

En estas casa de vida también funcionaban unos establecimientos que podrían ser considerados una especie de sanatorio.

  • Casa Jeneret


La Casa Jeneret era una dependencia de la casa de la reina, donde se educaban las damas de la corte en muchos aspectos, pero sobre todo se instruían en música y danza, aprendiendo a tañer el arpa, el laúd, o la flauta. Sus danzas rituales y melodías apaciguaban a las divinidades y el ambiente de armonía regocijaba a todo el mundo.

Una importante actividad que se realizaban en las escuelas de la Casa Jeneret era la confección de vestidos, y elaboración de útiles de belleza y aseo, pues disponían de talleres de alfarería, tejidos, y carpintería.

La jerarquía dependía de la Gran Esposa Real, y tenía a su cargo a los funcionarios que trabajaban para los talleres, los administradores y los sirvientes. La directora llevaba el título de Sehpset "la venerable", de las demás mujeres, las pertenecientes a la nobleza tenían el de Ornato Real.

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